Se me ha ido la cabeza y por un momento he pensado que El Salvador era la Catedral de Sevilla. ¡Es una pasada! Estas cosas pasan. Entraban los pasos por una puerta y salían por otra casi sin distancia intermedia, bueno, no se como lo hacían, os digo que se me ha ido la cabeza. Sed compasivos.
En mi ensueño las cofradías (me cuesta trabajo decir hermandad cuando de los días de Semana Santa se trata) llegaban por Francos, Plaza de San Francisco o Villegas. La plaza del Salvador no estaba abarrotada, el transcurrir por allí era relajado, nada de apreturas. Y empezaban el recorrido de vuelta, algunas por Cuna, por Córdoba me parece que no más de dos e incluso alguna volvía al ser la última por donde había venido. Por aquello del recorrido más corto. Será cosa de la cuarentena que nos hace perdernos en elucubraciones que se cuelan entre las brumas del río. Este invierno con tardes primaverales me vuelve tan disperso que ya me veía esperando alguna Cruz de guía por Sagasta camino de calle Sierpes.
En mi ensueño las cofradías (me cuesta trabajo decir hermandad cuando de los días de Semana Santa se trata) llegaban por Francos, Plaza de San Francisco o Villegas. La plaza del Salvador no estaba abarrotada, el transcurrir por allí era relajado, nada de apreturas. Y empezaban el recorrido de vuelta, algunas por Cuna, por Córdoba me parece que no más de dos e incluso alguna volvía al ser la última por donde había venido. Por aquello del recorrido más corto. Será cosa de la cuarentena que nos hace perdernos en elucubraciones que se cuelan entre las brumas del río. Este invierno con tardes primaverales me vuelve tan disperso que ya me veía esperando alguna Cruz de guía por Sagasta camino de calle Sierpes.
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