Domingo

#Quedan21

La cuenta atrás de esta cuarentena tan particular termina en un día como el del título. Contamos domingos como durante el resto del año contamos lunas. La noche fue terrible de nuevo y como siempre al romper el alba has respirado tranquilo, luz por las ventanas, claridad en las azoteas. Todo un día por delante. Abrígate pero por capas que al mediodía cuando el sol suavemente te golpee la espalda querrás sacarle partido a ese sol espléndido y no dañino. Sal a la calle. Y si prefieres la tarde, ve por los alrededores de la calle San Fernando donde los titulares de Los Estudiantes vuelven de sus cultos extraordinarios en la Catedral. La cercanía de la Buena Muerte te hará pensar mucho y bien. Los domingos no son sólo para contarlos. Este concretamente viene limpio de nubes ¡qué buena oportunidad para repasar nuestra conciencia!

Y quizás te ayude a despejar de tu cabeza algunas obsesiones en forma de pesadillas que tienen como protagonista a otro domingo, el que con letras de neón o forjado a hierro tenemos todos ¿qué pasaría si una mañana de Domingo de Ramos te levantas como otro cualquiera? Te vas a la cocina pones el café y mientras sube en el salón pones la televisión donde están repitiendo algún programa de concursos donde se valoran talentos y clichés repetitivos, y sube el café, ya se van levantando por la casa, y te entretienes viendo los últimos memes en el móvil, un día por delante sin muchas distracciones hasta la hora de después del mediodía que seguramente terminará en cubata pero sin salir del barrio.

¡Persianas arriba! Sonrisa de oreja a oreja y ducha...estás sudando como si hubieras pasado una noche de fiebre.