Sonaban las bambalinas.

#Quedan3

Sonaban las bambalinas como las manecillas de un reloj de pared. Acariciaban los segundos que pasaban a la forma y manera que hacemos las cosas aquí, despacio y a las órdenes de un capataz. A mi lado una joven movía el brazo al ritmo que marcaban mientras su madre la calmaba acariciándole el pelo. Cada cual debe buscar una pauta que le guíe y una mano que le aporte seguridad. En eso andamos casi todos porque la experiencia parece diluirse ante los nervios y se deja dominar por la incertidumbre cuando se va acercando la hora de la verdad.