Quedan 25 días.


Creí un día ser aguao de tu pasocristo. Rocé el sueño de ser farol de tu cruz de guía. Alivié mis penas pensando que serías el centro de Sevilla. Besé tu andar en la estrechez de Placentines. Lloré viendo como lloraban por ti en la Alameda. Y es que mis sueños cofrades no son pesadillas. Una vez en la calle nada malo nos puede pasar. No te creas las pesadillas, los monstruos no existen, no hay fantasmas ni brujas que se transforman tras beber una poción mágica. No existen y si vinieran, un vigilante encaramado en lo más alto nos lo advertiría para ponernos a salvo. Pero no existen, estos días no podrían ni acercarse ¿por qué crees que los naranjos florecen llenándonos de azahar y aroma a frescura infinita? Para ahuyentar a los que te agobian. De todas formas, ya te digo, si pasara algo, Zaqueo desde su palmera nos avisaría para que pudiéramos llegar a tiempo a su casa. Y es que, ¡qué cosas esconde esta ciudad!, cuanto nos queda por aprender juntos, Zaqueo fue el primer socorrista de la historia.