Sonará Estrella Sublime. Y con violines. Me han dado una alegría tremenda. Me han transportado a aquella noche que volvía de no se donde y puse en el coche aquella cinta de Las Cigarreras que empezaba con Requiem de Bienvenido Puelles. ¿Eso que suenan son violines, no?
Y no hace mucho en la procesión de la Virgen de los Reyes iban con la municipal abriendo la procesión. Está haciendo mucho bien el guillenero a uno de nuestros bienes municipales que habían entrado en decadencia. Recuperando marchas, imaginación, trabajo, cordura, esfuerzo, tantas cosas...
Y sonarán violines en el Maestranza. Y los escucharemos por la radio. Iba a hablar de lo que me había alegrado al conocer que sería la de López Farfán la que había elegido el pregonero. Porque la tengo en la cabeza como de las más representativas de todo lo que vamos a vivir en poco tiempo. Y con violines, y con cornetas, que tan dejadas estuvieron un tiempo, que tan abandonadas. Y conocí de primera mano las razones de la elecciones, todas personales y sobradas de peso. Que hubiera podido simplificar el abogado en una, 'es como suena Sevilla'. Y tengo tantas ganas para estar contento que me aflora la añoranza perdida de no haber escuchado una banda de cornetas y tambores en un pregón. Oportunidad hubo. No los dejaron.
Los violines tuvieron más suerte.
Y no hace mucho en la procesión de la Virgen de los Reyes iban con la municipal abriendo la procesión. Está haciendo mucho bien el guillenero a uno de nuestros bienes municipales que habían entrado en decadencia. Recuperando marchas, imaginación, trabajo, cordura, esfuerzo, tantas cosas...
Y sonarán violines en el Maestranza. Y los escucharemos por la radio. Iba a hablar de lo que me había alegrado al conocer que sería la de López Farfán la que había elegido el pregonero. Porque la tengo en la cabeza como de las más representativas de todo lo que vamos a vivir en poco tiempo. Y con violines, y con cornetas, que tan dejadas estuvieron un tiempo, que tan abandonadas. Y conocí de primera mano las razones de la elecciones, todas personales y sobradas de peso. Que hubiera podido simplificar el abogado en una, 'es como suena Sevilla'. Y tengo tantas ganas para estar contento que me aflora la añoranza perdida de no haber escuchado una banda de cornetas y tambores en un pregón. Oportunidad hubo. No los dejaron.
Los violines tuvieron más suerte.
