Quedan 23 días

Venía con su familia entre la multitud que salía de la Parroquia tras el día grande de la hermandad. El día grande del barrio es otro y el de la cofradía otro distinto. Y aunque no se habla se sabe. Y no pudo evitar quedarse ensimismado frente a unos escaparates con pasitos en miniatura montados de forma primorosa. Detallista. A la manera sevillana de hacer orfebrería. Sólo el ruido de un llamador y la voz ronca de un capataz de paisano lo sacaron del reflejo de las cristaleras.