Quedan 33 días. Quebrantos

Estos días pasados, cayendo lluvia a manta, son de esos en los que aumenta de forma considerable mi esperanza que es verde Esperanza para muchos, especialmente cuando llegaban a mis oídos (metafóricamente hablando cuando del ciberespacio se trata) suspiros de alivio sobre la alegría que supone tener una Semana Santa en abril. Aunque sólo sea por aquello de que el quebranto mientras más lejos mejor pero a servidor no dejó de recordarle esta creciente luna entre nubes tenebrosas a la que nos llegará con tambores y saetas. Notando en ciertos momentos de estas horas pasadas una extraña sensación de Viernes Santo, echando de menos a ese Cristo que agoniza por Triana mientras le cuento en secreto mis duquelas.