Todavía es pronto para que las fiebres comiencen a tomar sitio en nuestros espíritus pero de vez en cuando dan un ramalazo y trastocan por unos segundos, puede que cada dos días y que con el transcurrir de los días se haga diario hasta ocupar cada poro por el que respiramos y sentimos que lo que vamos a vivir es de nuevo nuestro. Luna, ciudad y almas en vela nos esperan. Pero todavía queda para eso.
Fue durante un instante en el que explicabas a quien no lo sabía como era la composición del paso del Prendimiento, su olivo, sus romanos, su traidor, como ese Jesús tan ricamente vestido en su altar -en el que no cesa el contante goteo de fieles acercándose para con un ósculo ofrecer afecto y respeto- no aparece así vestido el Miércoles Santo donde otro beso pone en bandeja de plata lo más sagrado, la vida de un hombre bueno.
Fue durante un instante en el que explicabas a quien no lo sabía como era la composición del paso del Prendimiento, su olivo, sus romanos, su traidor, como ese Jesús tan ricamente vestido en su altar -en el que no cesa el contante goteo de fieles acercándose para con un ósculo ofrecer afecto y respeto- no aparece así vestido el Miércoles Santo donde otro beso pone en bandeja de plata lo más sagrado, la vida de un hombre bueno.