Diciembre

Pronto empezará de nuevo todo. El ciclo de la vida volverá a estar en marcha. Y la antesala del tiempo esperado sólo será la excusa para recargar las pilas. Pero será sólo eso, una excusa. Lo que realmente ocurre es que viene el tiempo de la espera silenciosa, el de las labores que no se ven, el del trabajo de casa para adentro. Ya llegarán tiempos de flores y mantones en los balcones. Es la hora de la tertulia tranquila en la mesa camilla, es el momento de recuperar  antiguas historias de semanas santas pasadas contadas con la parsimonia de quien no necesita el tiempo para conseguir más tiempo. Habrá minutos para la visita a los lugares donde la luz no parece necesitar de coberturas y pueden encontrarse respuestas a nuestras preguntas. En el silencio, ahí radica la magia del invierno. El otoño ya pasó. Sólo queda pensar en la primera flor de la primavera. Soñemos con ella haciendo el bien a los demás.