Quedan 27 días

De nuevo son las vísperas las que nos dan un vuelco al calendario.
Entre uno de esos actos que por temporadas ganan o pierden asistencia de gente pero que a la larga se mantienen con su público, algo más de diecinueve eso sí, se encuentra el momento en que los cofrades celebran el entierro de Jesús. No será durante esas horas intermedias entre su muerte y su desaparición del sepulcro que nos presentan como un acto oficial y manoseado, ni durante ese traslado íntimo a través del compás de San Andrés, ni tampoco en la oscuridad tañida de un convento de la calle Bustos Tavera, no, Sevilla vuelve a adelantarse y ofrecernos en un recorrido casi inapreciable de pisadas y cruces de caminos, un entierro en su justa medida. Ayer, por San Gregorio y la Plaza del Museo hubo quienes pudieron presenciarlo. 

1 comentario:

La cara oculta de la Luna dijo...

Yo me uní a tus sueños y lo pude al menos soñar.