Quedan 3 días

Las crónicas de Joseph Peyré se quedan en pañales si las ponemos al lado de las que no trae tras cada Semana Santa una amiga. Porque cuando en contar las cosas que se viven se pone pasión y todos los sentidos sólo pueden salir historias que narran lo que se ve y sobretodo lo que no quieren que veamos. Y así es mi amiga. Hablar de cofradías con ella es tener siempre una visión poliédrica de lo que se esté tratando. Sabe muy bien -porque lo que se aprende de chica no se olvida- que siempre hay que recurrir a los clásicos sin perder ni un ápice de capacidad de innovación e ironía, mucha picardía y las ganas infinitas de tomarse la penúltima en El Garlochí. Mi amiga se llama Mercedes y es bloguera.

2 comentarios:

Mer dijo...

Y no para de aprender sobre todo de amigos como tu. Gracias por la parte que me toca

La gata Roma dijo...

Vaya, desde que me amenazaron los fachafans de ese juez de cuyo nombre no quiero acordarme no me emocionaba tanto en la red…
Ahora en serio, muchas gracias Antonio, y ya no por esto, voy a aprovechar que hace un par de añitos, en un mensaje de un trío de ases que te sacaste de la manga se acabó forjando una institución secreta, encomendada al conocimiento y la guasa marinera… gracias por aquello.

Kisses