La espera.


Ha llegado, y cómo no podía ser de otro modo, te ha pillado metido en otro miércoles más con los líos que te corresponden y con los líos de los demás, esos que quieres quitarte y no puedes. En algún momento del día te darás cuenta que hoy empieza todo. Muchos no caen en lo que eso implica, en que hoy sabemos que hay un final. No levantes la cabeza buscando a lo lejos los ciriales, queda mucho para  eso. De momento, aprovecha para dar la buena nueva a quien pienses lo necesite. Saber que hay esperanza, que tenemos un punto en donde centrar la mirada. La espera no es un chorreón de cera en una levantá al cielo, es un gota a gota, donde cada cual lleva su cirio, nazareno.

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