Quedan 38 días.

 

Y allí donde se pone en línea con el río, donde más marinera puede ser la calle, allí salta otra muesca de la transformación a la que se está viendo sometido en este empeño que sólo lleva una parada. La calle Castilla tiene ese algo que te va atrapando aunque luego te suelte un poco y luego te atrape de nuevo, larga es jomío. Eso es algo que, venía hablando solo, que tienen también las cofradías, no van a estar siempre cumpliendo tus cánones, no van a obrar las hermandades para satisfacerte a ti, a mí o a cuarenta mil más. Las hermandades serán lo que sus hermanos quieran y las cofradías lo que sus  responsables designados por sus hermanos decidan. Si lleva año tras año las mismas flores que desprecias por las redes será que los que las ponen están cumpliendo un mandato. Unos gustos. Y sí, erre que erre siguen poniendole una túnica lisa al Nazareno, y esto precisamente lo que inspiró a mi amigo a contarme lo que os traigo, viéndolo al fondo, obligándole a detenerse ya que incluso se podía ver desde la otra acera con la puerta entreabierta. No me contó más de ese tema pero se perdió en relatarme como vivió en una ocasión en la que se refugió el Cachorro en la parroquia y luego salió para volverse.. y tras esperar pacientemente, los nazarenos de raso morado rompieron lo que parecía iba camino de un Viernes Santo para olvidar. Y quedó grabado en su memoria todo aquel recorrido de ida sin despegarse del paso más que lo que le obligaban. Bueno, algo si olvidó, no recuerda si aquel año llevaba el Señor potencias o se había hablado sobre la túnica.  Y no mostró interés en buscar ese dato.