Quedan 6 días

San Clemente hacia adelante por la vieja judería. Los turistas callejean más por Santa Cruz siguiendo alguna guía de viaje y todavía por aquí pueden encontrarse buscadores de historias. Gente que se pierde y descubre. Me ha pasado en otras ciudades me confiesa. Avanza lento, la calle va perdiendo terreno, la estrechez le gana al cielo que sólo deja pasar una línea de tiempo, y el cruce casi que se lo salta. Busca la torre cuadrada, escondida, por Virgen de la Alegría donde se oyen más ruedas de maletas que jilgueros en los balcones. Siempre en fila india. Tan cerca, tan lejos, cuando la ciudad quede transformada e irreconocible, aquí el aire seguirá serpenteando. Se van sus pensamientos a un Sábado de Pasión casi Domingo en Torreblanca, la judería del más allá, más Sevilla auténtica que mucha de la que venderemos estos días que están por llegar. Semana Santa simplemente. Si has estado allí sabrás de que te hablo, me dice. Y recuerda que avanzó pegado a los muros de San Bartolomé, como si le estuviera hablando a la piedra, al oído, hasta plantarse en la puerta que da a la calle de su  mismo nombre, un ensanche, otra vez para coches. Pero gana un recuerdo de la infancia, me dice, una diapositiva en sepia, Jesús Despojado de sus Vestiduras. Como tantos en la judería del más allá.