Chubasquero del alma

No miraste los partes meterológico y terminaste empapado. Cuantas veces te ponías andar o cogías el Sevici para, aprovechando la vuelta del trabajo, acercarte a ver lo que habías leido en las redes o te habían comentado en algun grupo de Whatsapp. Hoy que salías sin mucha prisa era un buen momento. Y valió la pena ver ese altar de Quinario que bien iluminado por altos cirios no necesitaba crear esa atmósfera tenebrosa. No era habitual. La escapada fue doble porque pudiste acercarte a ver aquella Dolorosa que bajo palio te hizo quedarte para siempre en tu ciudad cada Semana Santa. Con Ella empezó todo. Ni miraste el móvil, te pusiste los casquitos con tu podcast de asesinos en serie favoritos y relajadamente empezaste andar y andar... en poco tiempo la lluvia dejó de ser algo pasajero, empezaba a calarte. Refugio provisional. Cambio de tercio en el móvil. Youtube. La primera, Campanilleros, sonríes. Paso mudá con la cacharrería de la Cruz Roja.