Cielo azul

Hasta el aire que respiras es distinto. Todo viene impregnado por esa fecha en el calendario que, a está es, vamos a levantar con fuerza. Viernes de Dolores. Hay pasos en sus sedes canónicas a los que no les falta un peregil porque hoy es día grande. Días de cíngulo y esparto. De colas y capas. Un día que tiene los que los otros pero no es lo mismo. Este viernes que es víspera es también el del rencuentro con nuestra verdad, esa que es incomprensible para quien lleva anteojeras. Desde las primeras prisas por empezar hasta la cerveza que celebra su llegada. Empieza el deleite de un cielo azul único de gamas infinitas. No hay tiempo que perder.