Detrás de gente que sueles ver en muchas procesiones, detrás de mucha gente que se desvive con detalles en sus hermandades, detrás de quien no falta a un concierto de otoño, detrás de todos esos que sufren las risas de los que siempre van en comandita pero ellos no, porque prefieren la seguridad de no establecer contacto. Detrás de todos esos estamos muchos, no en todas las ocasiones, igual sólo fugazmente o intermitentemente o conocemos a alguien al que nunca, vamos a decirlo sin escondernos... nunca le tendimos la mano. Detrás de muchos momentos felices disfrutando con una marcha en una esquina hay un estado de ánimo que gana esa pequeña batalla a la soledad, a la tristeza, al desencanto, a la salud mental o simplemente a la desubicación.
Al final del túnel
Hace 3 meses