O es la calle o no es nada

  #Quedan16

Siempre estoy dándole vueltas a la cabeza sobre como estructurar, exponer, reconducir, mi nosecomollamarlo anarquismo cofrade sevillano respecto a la carrera oficial, vallas, peleas por un minuto más en la calle Sierpes, etc. , junto con la perdida de la conciencia de los ciudadanos de esta ciudad respecto al modo y forma de ver cofradías, de aquello que se llamó la educación cofrade, de aprender el arte y la ciencia de ver y vivir los pasos en esta ciudad. De entender que como música, silencios, bulla, globos, costales, amores, riñas, cuestas del bacalao, sueños, rezos, lagrimones que enmorecen, muñidores, etc. nos identifica y distingue del resto de la humanidad. Es necesario aprenderlo, hay que mamarlo, como se suele decir, aprenderlo desde chiquetito. O recibir el calambrazo cuando no eres tan chiquetito.

Y  estando en esas recuerdo un texto que recogía parte de una conferencia que dio Paco Robles...

"(../..) Ese, desde mi punto de vista, es el gran reto de la Semana Santa de nuestra época y va a ser el de la Semana Santa del porvenir. En Sevilla se da mucho eso de “fulanito vive en el Parque Alcosa pero es de Triana”. Sí, fulanito nació en Triana y se fue al Parque Alcosa, pero su hijo no nació en Triana. Su hijo va a Triana una vez al año y hasta cierta edad, pero es que ya, el hijo del hijo, cuando se vaya a un pueblo, ese si que ya no tendrá ningún contacto con la ciudad.

Entonces, ante eso hay dos posibilidades. Una cerrar la Semana Santa, enclaustrarla. Y la Semana Santa o es la calle o no es nada, no nos engañemos. Dentro de los Templos o en lugares cerrados, no es nada. Yo soy partidario de terminar con la Carrera Oficial, las vallas, los controles…; eso no es la Semana Santa porque las cofradías tienen que estar mezcladas con el pueblo, si no, no es Semana Santa.!"