Es el tiempo

 #Quedan39

Es el tiempo que necesito para detenerme y saber que algo no está bien. Es el tiempo que no te he dado para que te expliques. Es el tiempo en que estuve más pendiente del tiempo que quedaba para que llegases que de cuanto tiempo hacía que no te veía de verdad, de cerca.

Hoy toca remangarse de piel para dentro. No me escondo tras el antifaz, voy a procurar estos días deshacerme de todo eso que durante el año que nos distancia de la última vez que estuvimos por estas líneas nos han ido metiendo en vena y aun siendo momentos vividos y guardados en la retina, son cualquier cosa menos esto que ahora comienza y que antes de que  te des cuenta nos llevará a la Semana Santa. Vayamos liberándonos de lo que no es porque no tiene el componente de la espera que te va macerando sin darte cuenta y qué solo va dejando huellas en el número de tu papeleta. No hay acontecimiento histórico ni calles impensables que se agarren a ti como lo que está por llegar. Nos van dejando pocas cosas que pongan ante nuestros ojos la diferencia con lo magnificado de forma artificial pero hay algunas que debemos cuidar y alimentar con mimo, terminará con nazarenos en la calle, camino de sus templos, esperando en los patios aledaños porque no se cabe y que todo pase al mismo tiempo y te puedan los demonios por no poder estar en tantos sitios a la vez. 

Hoy comenzamos una nueva cuarentena, siempre entre amigos y sin más intenciones que hablaros al estilo callejonero de la espera, del día a día que no se detiene y nos arrastra, de los amaneceres sin terminar de pintar o de una noche de cofradías, con su mijita de relente y su bulla delante del paso. 

Los que ya conocen el camino saben que por aquí no se sentencia ni se escriben tratados de buen cofrade ni mucho menos, de mejor sevillano, y que todo es siempre cuestionable y que andamos siempre aprendiendo, ¿O eres de los que ha estado en todos sitios y a todas horas? Estamos de paso y con suerte, alguna vez, pillamos una esquinita donde se detiene el tiempo aunque en ese instante no seas consciente de nada salvo de que no puedes hablar porque tienes un nudo en la garganta.