Quedan 16 días.


Todos los traslados no son iguales. Y este es el que más necesita del amor, de la pasión por nuestras cofradías, nos piden socorro pero el tiempo pasa y siguen a merced de los vaivenes políticos. No hay quedarle más vueltas, unos nacen con estrella y otros estrellaos. Cuestión de padrinos, y eso que están bautizados en las mismas aguas cofrades. Por eso, si puedes, si puedes escaparte una hora, busca la calle Sol, y de San Román a los Terceros, por allí andarán trasladando sus Titulares los de Santa Catalina. Acercate a ellos y dales el calor de un cofrade solidario. Trasladarse para la salida. Y luego en plena resaca, un nuevo traslado, pero no a su casa natal, sino a la de acogida, ¿quién se acordará de ese traslado hacía la eterna espera? ¿y cuántos años nos quedan sin entradas bajo una torre mudejar?

Ahora, tarde como siempre,
alcanzo a entender por qué
los de raso morado con esparto firme
así desde hace siglos la llaman a Ella.
Qué torpe fui sevillano, que torpe fui.

"Y así, de improviso, casi sin esperarlo, demasiado pronto para lo que había calculado, se vio ante la inmediata presencia de los nazarenos; de los nazarenos de verdad. En ese instante decisivo no pudo evitar sentir una cierta inseguridad, miedo incluso." La Madugá, de Juan Miguel Vega.