Quedan 19 días.

Que fugaz ha sido el paso por esas calles diferentes, que oportunidad perdida, hermanos de San Vicente, de la Cofradía de la Cabeza, ¿por qué abandonáis las calles de la plaza del Museo? ¿Seguro que es por ganar tiempo? Miraos dentro, ¿por qué nos quitáis ese pellizco que nos devolvía al siglo XIX? ¿Os parecíamos pocos? Supongo que la masa de gente que espera a la nao del Prendimiento y que con tiempo se dispone en calles amplias e ideales para tardes de cofradías, carritos, pandillas y esperas eternas de reunión de mesa camilla, supongo que esa masa de gente os atrae y la queréis para vosotros. Supongo que no se puede reprochar a nadie pillar su momento de gloria. No es el camino que debe buscar una cofradía para reivindicarse, para decir así soy así me presento. Este cambio os aleja de vuestra identidad que creía retomabais tras el inolvidable regreso de aquel Santo Entierro Magno, de aquella noche de Campanilleros a la sombra de unas paredes encaladas. Y lo digo, porque el año pasado me preguntaron unos foráneos anónimos en la mañana del miércoles santo, mientras tomábamos cafe, en la vecindad de nuestras mesas, ¿qué no debemos perdernos amigo? No falten, a la media noche, por Bailén, Pedro del Toro, se les parará el reloj.