Quedan 27 días.

Ayer llovió, y se espera que lo haga en los próximos días. Esperemos que así sea, nos hace falta mucho la lluvia, el campo la necesita, nuestra economía, el sustento de muchas familias depende de ella. Que llueva, que llueva, la Virgen de la Cueva, que se estrene Melonares llenándose hasta arriba, que tengan que empezar a soltar agua abriendo las compuertas de alegría, que llueva en toda mi tierra, desde Ayamonte a Almería, y que llueva en Murcia, y en Galicia (que están pasando una racha malísima y allí no hay costumbre), y que llueva fuerte pero sin violencia, que cicatricen las heridas que la sequía está haciendo a nuestra campiña, a nuestra vega, agua para todos. Y luego, durante la Semana Santa se completará el ciclo, agua y sol. Durante la Semana Santa, mucho sol que alimente los campos inundados para que cuando llegue el Domingo de Resurección, la semana de pascua, florescan las semillas, surja la primavera con fuerza. Ya lo sabéis, agua, sol y vida.
No lloverá en nuestra Semana más grande, estad tranquilos, ni la lluvia impedirá andar pasito a pasito nuestro caminar hacía el final de estos cuarenta días. Habrá tiempo para todo: agua, sol y vida.
"Preguntan los viajeros, preguntan y no paran. Quieren interpretar el fenómeno humano de la Semana Santa andaluza. Les resulta incomprensible que un pueblo cargado de reivindicaciones y desdichas haya salvado hasta hoy esta tradición. Cómo es que llevamos dentro tanto desengaño con tal carga de alegría. Si de veras podemos sufrir y gozar, tanto, al mismo tiempo." Pregón de Semana Santa (año 1993), de José María Javierre