Tengo un amigo que tiene una suerte tremenda. Un afortunado de la vida. Alguien que recibe en su móvil una auténtica cuarentena todos los días de la cuaresma. Todos.
Tiene mi amigo un amigo que le envía por sms (mensajes cortos del móvil) un breve suspiro de como va pasando el tiempo de la espera. Así mi amigo puede desde donde está llevar el control de que todo sigue el cauce previsto, que no hay desvíos a lo que las formas sevillanas nos tienen acostumbrados. Ya está puesta la rampla, fue el último. La sucesión de empujones de azahar que recibe en su Nokia contiene o contendrá (el año pasado ya empezó este curioso llamador de mensajes cortos) frases como Le han puesto las plumas al romano, o Esta noche le ponen el látigo al negro, o La primera torrija en casa de mi madre, o La primera papeleta en El Tardón, o El pregonero escogió marcha, etc.
Y la que le llegó hace unos días .... La canina está en su paso.
Y la que le llegó hace unos días .... La canina está en su paso.