Quedan 6 días.


En estos días que quedan ya no pongo freno a esta ensoñación que se me avecina, que se me va metiendo por cada poro de mi piel. De la piel de la ciudad. De la piel de los que ajustan las imágenes a los pasos para que firmes y convencidos anuncien las verdades segun Sevilla a toda ella. Ya no me freno. Ya no disimulo, ya no hay camisa de fuerza que me sujete ni mordaza que me reprima. Cada segundo que tenga estaré pensando en lo que me gusta, en como ajustar cada día que me espera, en como compaginar mi otro yo con el que me tiene absorto en esta recta final de Cuarentena. Sólo quiero oír Semana Santa, sólo quiero ver Semana Santa, sólo quiero cuadrículas con nombres de calles y horarios. No quiero nada que enturbie mi enajenación. Luego se podrá ver lo que se pueda, se podrá ir a pocos o a muchos sitios pero mi mente ya andará resolviendo como aprovechar esos instantes que mi vida cuerda me deje. En esta semana que empieza y también, en esa que tan pronto termina. ¡ay! el tiempo... la clave de todo la tiene el transcurrir del tiempo...
Me verás, eso me dicen algunos, más sensible, más tocado por cualquier detalle, pensando en como trasmitir a quienes de verdad me importan lo poco que se, lo que aprendí ya hace tiempo, lo que aprendo cada día desde mi pantalla, lo que leo, lo que oigo, lo que amo... ya estoy empezando a entrar en ese otro estado de conciencia...