Quedan 7 días.

Son recuerdos que seguirán pisando y marcando la huella de lo que la cuarentena trajina en nuestro interior.

El Cristo del Buen Fin conquistando su territorio en el Convento de Santa Clara.

El señor de la Ventana recibiendo luz y amor en las Mercedarias.

Mayor Dolor en el convento de Santa Ana con las madres carmelitas.

Vera Cruz en Santa Rosalía.

Cristo de la Sed dentro de la prisión provincial.

Cristo de la Sangre rezando el vía crucis en las Hermanitas de los pobres.

Es una Semana Santa adelantada, es otra semana santa, la de las calle estrechas e imágenes que nos hablan al oído aliviando la angustia de muchos que sufren. Mucha de estas escenas ya son pasado otras presente vivo. Las visitas a sitios imposibles para los portentosos pasos de misterio. Aún puedes oler la caridad y el espíritu primitivo que los apiñonó en las catacumbas. Aún. Todavía es posible.