Escuché una vez decir a Fernando Savater hablando de un libro que había publicado que si cualquiera de sus lectores dejaba a mitad su libro para irse a leer alguno de los que referenciaba en su novela y que eran clásicos e imprescindibles más actuales, que entonces se lo agradecería eternamente puesto que se estaría cumpliendo uno de sus deseos principales: que lean libros mucho mejores que el suyo.
Y lo comprendo perfectamente. No debéis dejar de leer los muy buenos artículos que hay en internet actualmente, escritos por gentes sencillas, amantes de la ciudad, personas que contribuyen a vivir la cuaresma de la forma más positiva que se puede: compartiendo sentimientos y vivencias. Ellos son un ejemplo de la auténtica cuarentena. Tan diferente, tan sevillana, tan cercana, tan de cada uno.
Quedan nueve días. Empieza ya, uno cada día. Se hace camino al andar. Goza las vísperas.
Cruceros, por El Nazareno
Para tí, por el Aguador de Sevilla
El comienzo de todo, por Zapateiro
Mi amigo Pedro, por Du Guesclin
Tras el antifaz, por La Gata Roma
Mi burbuja cofrade, por Alguien en la Ciudad
La hora del pregonero, de Pablo Peinado
Cae por tí, de Alberto de Faria
¿Hermanos? así no..., por El Humilladero
Y lo comprendo perfectamente. No debéis dejar de leer los muy buenos artículos que hay en internet actualmente, escritos por gentes sencillas, amantes de la ciudad, personas que contribuyen a vivir la cuaresma de la forma más positiva que se puede: compartiendo sentimientos y vivencias. Ellos son un ejemplo de la auténtica cuarentena. Tan diferente, tan sevillana, tan cercana, tan de cada uno.
Quedan nueve días. Empieza ya, uno cada día. Se hace camino al andar. Goza las vísperas.
Cruceros, por El Nazareno
Para tí, por el Aguador de Sevilla
El comienzo de todo, por Zapateiro
Mi amigo Pedro, por Du Guesclin
Tras el antifaz, por La Gata Roma
Mi burbuja cofrade, por Alguien en la Ciudad
La hora del pregonero, de Pablo Peinado
Cae por tí, de Alberto de Faria
¿Hermanos? así no..., por El Humilladero