La tierra mojada siempre te ha producido una sensación de ternura extraña que te llevaba volando a los tiempos en que vivías con tu abuela en el campo. Tiempos muy difíciles en el que la familia triplicaba esfuerzos y arañaba horas al día para dar de comer y tener alpargatas que poner a todos los miembros. Tiempos donde la tierra mojada la sentías palpitar bajos tus pies. Y esa sensación es la que te invade cuando por una fuerza diferente no puedes -no quieres- separte de su parihuela mientras hace el recorrido de vuelta, el largo recorrido de vuelta.
¿Quién dijo que fue abandonado por sus discípulos?
¿Quién dijo que fue abandonado por sus discípulos?