El sastrecillo valiente*

Seré breve, que la Navidad se acerca con pasos de gigante enfurruñado, seré breve también porque los pactos no escritos son los que mejor se gozan al cumplirlos y quedarse para uno lo que no se ve pero sí os diré que lo que hayáis leído o escuchado sobre el mítico cuento de los hermanos Grimm es todo mentira. Ni era sastre ni fue creado por estos geniales hermanos alemanes. Nadie os hablará nunca del origen del cuento, no se si será casualidad pero he conocido a quien inspiró la historia, y curioso es que como enroscando la turbina del tiempo les pudo llegar a estos escritores del siglo XIX... misterios... pero ya os digo el sastrecillo valiente vive muy al norte de esta ciudad, cerca quizás de alguna vieja nave industrial relacionada con lo textil pero donde él va tejiendo es en las calles estrechas a las que nos adentran las desaparecidas murallas de la Puerta Carmona. El sastrecillo quizás no sepa coser un botón pero os aseguro que vale para un roto y para un descosío....

Por cierto, hablando con él reconozco nuestras diferencias, algunas de calado pero me agarro cada vez más a lo que nos une, que es lo que verdaderamente debe ser lo importante. Un abrazo. Ya hablaremos ;-)

¡Larga vida al mata gigantes! Y feliz Navidad.....


* Esta historia merecía una entrada a pesar de ser asunto que el protagonista quiere mantener en su ámbito más cercano. Y lo respeto pero me cuesta trabajo aguantarme. Disculpad lo que no os habéis enterado de nada.... en la próxima luna quedará poco para... bueno... no nos adelantemos ;-) Gracias por vuestra fidelidad anónima.