La señal.

Tras todo el día recorriendo polígonos- llevaba dos semanas con su extensa lista de empresas que le habían proporcionado desde Andalucía Orienta- llegó a su casa casi anocheciendo aunque era media tarde y estaba realmente cansado. Mientras daba un beso a su novia y recordaba con poco espíritu ilusionante lo que le dijeron sobre el trabajo del desempleado es buscar trabajo se dejó caer en el sofa. En la televisión la misma basura de siempre y Tania estudiando oposiciones encerrada en el dormitorio...sin darse cuenta se metió las manos en los bolsillos para refugiarse del frío que tras una jornada de poco sol se había instalado en el piso... y con los números muy justos mejor abrigarse que tirar de calefactores... y fue sacando papeles arrugados con notas escritas, direcciones, un lápiz pequeño de Ikea... uno de eso papeles arrugados... lo aplanó, tenía tres teléfonos y una cuenta de correo escritas a lápiz que le habían dado en una de las empresas... las guardó en la libreta de direcciones de su cuenta gmail, miró el tiempo para el día siguiente y... le dió la vuelta por la cara impresa al folleto que tenía ahora sobre el teclado y se acordó del lugar donde lo había cogido... de la papelería del barrio ... cuando fue a comprar grapas para la grapadora.... y se olvidó entonces de todo para volver a su niñez, a sus tiempos de salidas en pandilla, a las esperas en la plaza de Villasis para disfrutar con su pasocristo favorito hasta la entrada.... miró en el calendario del ordenador... dos meses.... y acariciaba sin darse cuenta las túnicas de papel, mientras caía rendido en una tardía siesta, de un folleto monocolor que anunciaba a pleno pulmón tipográfico: "Se hacen y arreglan túnicas de nazareno"