Quedan 29 días. La luna que nos queda.

Luna llena 19 de marzo de 2011Estamos ante la luna más cercana en mucho tiempo, la más brillante quizás de las que podemos recordar y tengo el pendrive cargadito de música de Semana Santa por lo que pueda pasar.
Y lo pongo en la radio del coche y en la de la cocina. Y ya voy a estar poniendo incienso por la casa. Y cada vez que tenga oportunidad me tomaré unas torrijas y discutiré mientras paseo entre viejas espadañas sobre la carrera oficial y la falta de medida, de aquella medida sevillana que servía lo mismo para indicar la zancada de un costalero del Silencio como para la de un barco de extramuros. La misma. Lo que varía son los ojos de los que lo tienen que apreciar. Y de paso dejamos de aplaudir cuando se le cantan saetas a hermandades de silencio, lleven o no lleven música sus pasos. Pienso hacer todo esto y más. Pero sobretodo quiero enseñar a los que me rodean como se puede querer a esta ciudad, no sólo cuando se abre la flor del naranjo, siempre. Aunque no nos dejen quererla a nuestra manera. Ellos verán. Servidor seguirá con su pendrive esperando a que llegue el turno de Encarnación de la Calzada y le salten dos lagrimones.