Luna de viernes

Viernes

Parece que todo está hecho y sin embargo nuestro cuerpo aún no ha dicho su última palabra. Nos queda desprendernos del traje más pesado de los que nos hemos puesto durante toda la semana. Hoy es Viernes Santo. Músicos de Tejera afinan instrumentos por San Pablo pero nada es lo que parece, sentimos el gozo de día grande una y otra vez, y sin embargo nuestro cuerpo está derrotado. Estamos en la ciudad de los sentidos y nos dejamos llevar por el color de la cera en los adoquines, negra por la Costanilla, roja por San Jorge y Callao, blanca en Carlos Cañal, tiniebla por el Arenal y amarilla por Bustos Tavera donde lo imposible se hace creible para que cada año envuelto en nubes de incienso un misterio sin fisuras nos haga temblar. Mientras, Triana, la Sevilla del otro lado del espejo, retiene la  respiración para no dejar de sentir el último aliento.

Cuarto y último de mis cuatro pequeños artículos publicados en el especial de Casco Antiguo para la edición de 2011