Quedan 22 días

Tiene la cuaresma algo que también tiene la Semana Santa. Algo invisible hasta que se muestra, hasta que aparece. Ese momento no buscado, no esperado, no organizado, no planeado, no soñado. Y aparece. Y se goza porque sabes de sobra que no se repetirá salvo en el recuerdo de la tertulia o en una noche de insomnio donde lo pones negro sobre blanco. Aunque en el último momento decidas quitarlo para seguir guardándotelo y darte cuenta que este año, con las lunas restadas, todavía no lo has vivido.

2 comentarios:

costalero gruñón dijo...

pero llegará, Antonio, tras la luz de sacristía en donde se lipian las ilusiones en forma de candelabros, bajo cualquier parihuela al doblar una esquina, con los sonidos de las bandas que ensayan, o cuando veamos el primer capirote asomando de una bolsa de plástico, y lo volveremos a vivir, pero distinto...

Un abrazo desde Granada

Zapateiro dijo...

Antonio en el Tiro de Línea ya hay copos blancos en los naranjos y cuando sale la luna ¡ay cómo huelen!