Sin duda, con el humor cambiado para bien tras haberme contado aquello, siguió por Monsalves en su tramo largo hasta el final. Calle que acogía palacio y destrozos de patios interiores pero ya les digo de nada de eso habló, directo fue a apoyarse frente por frente a la puerta de la iglesia, en la ahora conocida como calle de El Silencio pero que llegó a llamarse del Posito de San Antón. Y no quería hablar de destrozos pero las iba soltando. Y alli dijo que se plantó un buen rato recordando lo que le gustaba hacer en una época de su vida. Se quedaba allí mirando, imaginando, soñando y hasta incluso guaseando con cierto malaje (todos no somos camareros de Bodegas Salazar pero tenemos nuestro punto) cuando se paraba algun despistado preguntando por la Campana, les decía olvídense, no rebusquen, el sitio donde deben estar es aquí cuando el Viernes Santo se abra esa puerta verán lo que hay que ver, verán verlos venir, verán, y bajaba el volumen, la auténtica carrera ofcial de la Semana Santa sevillana, lo que han visto por la televisión es como decirles, teatro y bajando más la voz, y miren, en ocasiones cuando llueve y no salen para no perder audiencia las cadenas ponen las de otros años pero con los locutores en directo, como les digo. Buenas tardes y disfruten del paseo.
Al final del túnel
Hace 1 semana