A la ida o la vuelta. Camino de la Carrera Oficial, por la ratonera de Sierpes, por nuestra Catedral, por las calles aforadas que la rodean o la escapada hacia extramuros... o donde quiera que vuelvas. Nazareno, pasito dao, pasito ganao. Tu función en todo esto, es imprescindible, es esa que no se ensaya, esa que no se tiene en cuenta porque de ti se habla por las cantidades y no por las cualidades, esa misión individual que engrandece al grupo, es el ir, es el decir aquí estoy, es el seguir un año más queriendo serlo, sentirlo sin que te lo cuenten, y volverte a la casa común y luego a la tuya, feliz y cansado, muy cansado. Sólo necesitas poner un pie delante del otro, a tu manera, a la manera de los tuyos, a la forma que se hereda pero no se escribe, cada cual como sabe hacerlo. El nazareno no imita a ningun otro, ni de su propia cofradía, ni al de otra, ni mucho menos al de otras latitudes. Sólo se tienen a sí mismos, los niños los saben bien, y tienen años por delante repitiendo el camino para mejorar. Por ello, sólo por ello, no puede dejarse a nadie atrás. #ElNazarenoNoSeToca
Al final del túnel
Hace 1 semana