Hoy que nos quitan una hora también es el día que anochecerá una hora más tarde. Y eso es bueno. Hoy el recorte del horario volverá a cambiarnos los biorritmos y esperemos que al pregonero no le caiga encima aquello de "le sobró una hora"...
Con la semana que viene puesta en el calendario como rampa de salida hacia un lugar común esta entrada es esto, literal, nos ponemos en mood 24 /7 porque ya mismo no estaremos para razonamientos ninguno. Y ya suenan Pasan los Campanilleros en mi casa, una y otra vez. Farfán is my truth.
Y hoy no hay hype, como otros años me esperan unos garbanzos con tagarninas que quitan el sentío.
¡He dicho!
Grafiti en las paredes de la antigua fábrica de Hytasa en calle Huerto del Maestre