#Quedan22
La saeta recorrió el camino marcado. Nada de líneas rectas. Entre el flamenco y la gracia. Iba en busca de lo que quería, de lo que sentía en cada ocasión. Ya no habrá paredes encaladas que paren su voz. Se fue uno de esos personajes que están en vías de extinción.
Al pasar por la plaza del Rialto ayer tarde me acordé que cuando murió Pepe Peregil escribí un parrafito callejonero titulado De la Puerta Osario a la Puerta Real.