Plazas

Quedan 20 días.

Con permiso del tranvía cruzamos al medio de la Plaza Nueva, la de San Fernando a caballo, esa plaza que siempre se ha  disfrutado como plaza principal de la ciudad, para la protesta y la oficialidad, para mediodías de jubilados y niños haciendo tiempo entre actividades extraescolares, para cruzarla recordando los años que se pasó intransitable por las obras de una línea de Metro que nunca más se supo. Nunca llegamos a hacer nuestra la de San Francisco, vacía  del espíritu comunitario que debe tener una plaza y nos queda la del Salvador como última esperanza, la que sería nuestra plaza mayor si fueramos castellanos

Y  recuerdo también las veces que parábamos en la Plaza Nueva a rehacer el plan con el que salimos de casa. ¡Los que tengan que ir al baño que vayan ahora!¡Voy a comprar agua al kiosko!

Y sigo por calle Jaén hasta el cruce de Albareda. Qué noche de sábado de Carnaval hace ya unos años pasamos en ese mismo sitio, como las que hubo en otra plaza, otros tiempos, por la Alameda, cuplés con su mijita de guasa sevillana, temática nuestra, Paquirrín asomado al balcón con sus amigas,  probaturas de palio por San Roque, no ni ná.