Viernes

#Quedan23

Este viernes  que pisas no tiene que esconderse de nada ni ser una mera cuenta atrás, es el primer viernes de marzo de un año donde nos comeremos con gusto el mes completo dentro de una cuaresma que ya empieza a dar señales reconocibles, vamos a tener cada viernes del rito dentro de las fechas señaladas, ya no es lo que contaban los poetas, parece que llega, no, ya está llegando. Y la tarde se pondrá bonita si has podido especialmente acercarte al Cautivo, en lugares con mucha afluencia o con poca aunque quizás más conscientes de lo atávico del momento, o los Via Crucis que volverán a recordarnos que no es un viernes cualquiera, Salud por la judería, Salud por San Pedro... entre varias que cumplirán con la costumbre de salir a la calle, a todas las calles, incluso donde esta ciudad es más ella aunque no lleve el peso de los siglos pero que es donde viven sus paisanos. Benditos sean los que pensaron que era la forma de hacerlo así, en la calle, y también las organizadas por parroquias donde no son las cofradías las que las impulsan como en la del Divino Redentor o la del Cristo del Perdón dentro del entramado del,  sorprendentemente, quizás poco conocido Nervión.

Y sí, ya se que no es ese otro Viernes en el que no sabes nunca que horas llevas porque ese día tiene un amanecer que termina donde se acaba Triana o entre tembleques del alma en un patio intramuros con nazarenos orgullosos de su capa  e historia. Y ya habrás visto pasar a la Macarena. 

Tranquilo, respira, todavía no es ese vienes.