Jarrones de azucenas

Quedan 30 días. 

Recorriendo la que fue arteria principal del barrio de la Viña cruzamos al otro lado de la Buhaira donde nuevas edificaciones van abriendo calles y jardines, Blanco White, José de la Cámara y la dedicada al Padre Luque. Calles dedicadas a un escritor del XIX que se convirtió al protestantismo, un americanista del siglo XX y a otro sacerdote que fue quien puso el dinero para las conquistas de Pizarro por tierras incas. Ahí está, el ramillete que me planta frente a la peatonal y arbórea calle Trovador aunque antes, me doy la vuelta y miro al fondo. Me despido con una sonrisa de su chapitel ochavado, sus cerámicas, su cruz y sus jarrones. Sus jarrones. Hacía ya bastante tiempo que había dejado de llevar la varita con el jarrón de azucenas cuando tuve la oportunidad de ayudar arrimando el hombro en su Via Crucis justamente al pasar por este tramo que termina en Chaves Nogales. Justamente.

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