Murallas

  #Quedan9

Siempre, desde estas líneas, he querido poner en valor otra idea de lo que son las fronteras, tanto físicas como en el ámbito de los conceptos, nos encantan estos sitios que quizás con la idea original de distinguir o de separar acaban siendo lugares donde muchas dudas parecen entrar en una lógica que se entiende, que reconforta. Solo estando en el pueblo más recóndito de la Costa Da Morte gallega alcanzas a comprender la inmensidad del océano y la tierra firme que pisas. Sólo estando un sábado de Pasión en las calles de Torreblanca, en el umbral de un nuevo Domingo de Ramos, callejeando, puerta con puerta, chicotá tras chicotá, sólo calibrando el momento que vives y lo que vives podrás ser consciente de la inmensidad de lo que vas a sentir como protagonista, ojo, nada de espectador, hazte fuerte en esta idea que es la que nos permitirá ir recuperando el terreno perdido y vendido.

Y las murallas mentales que nos impiden traspasar prejuicios y falsos paradigmas ¡derríbalas!

Las de piedra que si hablaran nos dejarían mudos a todos, como la de la foto, quiéralas como ellas acunarán  y darán sombra a los nazarenos que pasarán junto a ella al final de la semana que viene.

Vista de la muralla de la Macarena desde la torre de San Hermenegildo

 Vista de la muralla de la Macarena desde la torre de la Iglesia de San Hermenegildo