La calle larga de la primavera

Quedan 4 días.

Seguí mi instinto, paralelo a la ronda que similar a la del Tamarguillo por el este, envuelve por el  norte, con distintos nombre como Sor Francisca Dorotea o Ronda de Pio XII, las ampliaciones donde barrio tras barrio se va construyendo la ciudad, mejor dicho, se va haciendo ciudad. O eso debería ser, y es aquí donde vivimos, cofrades o no, aquí nos encontramos. No en otro sitio.

Estamos en primavera o casi, o seguro, que sólo hay que recorrer la calle Gardenia desde Madreselva hasta la plaza Fernando Barquí,con su gran Cruz presidendo el jardín de la parroquia Santa Maria de las Flores. Es primavera, muy discreta, no para enmarcar en una postal pero es primavera, en las pequeñas terrazas cerradas, en las tiendecitas, encima de los aires acondicionados, es primavera en la barriada Pio XII, bloques de pisos hasta la Avendia Miraflores, ¿cómo no acordarse de Eduardito y su larga lista de nombre de flores. Es lo único que le interesaba de los programas, y estaba el primero, muevo mis contactos decía sin reirse, en la puesta de algunos pasos, ¿de dónde iba a ser Eduardito? Si no del barrio con calles rotuladas con nombre de flores. Si por el hubiera sido, por San Antón en la parroquia además de animales se hubieran podido llevar plantas, flores, flores para María que es primavera y es la Madre de Dios y flores para Eduardito, que lloraba con su Esperanza de Triana, siempre por la mañana, qué es cuando lucen las flores, por la noche sólo huelen, decía Eduardito con el que había que ver los palios dos veces por si se le escapaba algun detalle. Lo que hubiera disfrutado viendo por su larga calle de Pio XII a su Virgen que seguirá navegando cada primavera por su calle larga y ancha de Triana.