Quedan 13 días.
Con el andar llego a esta encrucijada que bombardea mi memoria con mañanas de Viernes Santo y aunque ya no podría ocurrir por un acertado cambio de horario, de mañanas tardías de Domingo de Resurrección. Qué dos formas tan distintas de encontrarnos. Y decido ir por Espíritu Santo, voy pensando en Montesión, voy pensando en lo que me gusta ver ese Misterio. Más de día que de noche, más con calor que con frío. Más arreglao que informal, de Jueves Santo entrando por la Alameda y haciendo el recorrido a la inversa que la cofradía hará al poco tiempo, absorver lo popular, comprobar algo que realmente ya se sabe. Pase lo que pase, la Oración en el Huerto seguirá estando en la calle Feria. Y precisamente este desquicio me lleva a seguir por la calle, dejar el ensanche de Enrique el Cojo, hacer un quiebro en Castellar y llegar por Peral a la plaza de los Maldonados, donde una placa recuerda la fundación de otra hermandad.
Estrecheces imposibles para soñar despierto con unas andas ganando la arboleda, buscando una recogida ya metidos en la noche. Siempre estarás ahí, pase lo que pase.