Agujero negro

Poco hay que añadir a la evidencia. Zancos a tierra de nuevo. La igualdad entre hombres y mujeres desde hace tiempo cumple la legalidad vigente y son, en muchas cofradías, el grueso principal del cuerpo de nazarenos. También, ay madre mía lo que ha costado, parte de los cuerpos de acólitos y, siendo muy generosos, van nutriendo los grupos jóvenes aunque siempre en minoría. Y pare usted de contar.

Es raro que no sea una mujer la responsable de la Formación  o la Caridad en la hermandad. Y pare usted contar. Alguna archivera.

Cualquiera que haga un recorrido por las web oficiales buscando los listados de las juntas de gobierno verá, negro sobre blanco, la situación actual. Y si rebusca en las candidaturas que se presentaron, más de lo mismo. Sólo excepciones puntuales. Y durante los cultos, esos quinarios y triduos, con horarios poco conciliadores con la vida familiar, verá lo que es la mayoría en las cofradías. Curioso ver como acuden en grupos exclusivamente masculinos. Y en las tertulias, por ejemplo, ídem de lo mismo que se suele decir.

No es necesario un nuevo Informe Cíngulo, siendo observador,  a vuela pluma se constata lo evidente. Muy lejos, lejísimos, queda la igualdad real de hombres  y mujeres. Y no porque no guste la Semana Santa entre las mujeres, observen los cortejos en viacrucis, extraordinarias y como público... están en nuestras cofradías pero no en nuestras hermandades. Y se nota mucho esta ausencia.